Casos

 

 

Caso de Helen Cascio
 
 
En este famoso Triángulo han ocurrido muchas desapariciones misteriosas de buques, aviones y personas. Uno de los incidentes más raro (y uno de los más conocidos), ocurrió durante un corto vuelo a la Isla del Gran Turco, en Las Bahamas.
 
El caso es el siguiente: Helen Cascio, experta piloto, pilotaba su "Cessna 172" y se aproximaba a la isla. La torre de control le iba facilitando las instrucciones. Después de conectar varias veces, en una de ellas, Helen no respondió, aunque el canal de la radio estaba abierto. Los operadores de la torre escucharon a la piloto decirle a su único pasajero: "-he debido hacer una falsa maniobra. Esta debería ser Turco, pero ahí no hay nada. No hay aeropuerto. No hay casas. No hay nada..."
 
Los controladores continuaron, frenéticamente, intentando entrar en contacto con la piloto, pero Helen no los oía. Posteriormente recibieron la que sería última frase que escucharon: "-¿No hay manera de salir de esto?-".
 
Nunca se encontró la menor huella del avión, de la piloto o del pasajero.
 
 
 
 
 
 
 
Caso del U.S.S. Cyclops
 
 
 
Durante la Primera Guerra Mundial, U.S.S. Cyclops servido a lo largo de la costa este de los Estados Unidos hasta 09 de enero 1918. Fue asignado a la Base Naval de Ultramar Servicio de Transporte. El cíclope estaba programado para viajar a Brasil para abastecerse de combustible los barcos británicos en el Océano Atlántico Sur. Salió de Río de Janeiro el 16 de febrero y, tras una breve escala en Barbados, entre 3 y 4 de marzo, nunca más fue visto. Todas las 306 personas, entre pasajeros y tripulantes desapareció sin dejar rastro.
Funcionarios de la Secretaría de Marina se perdieron, ya que ninguna tormenta se registró en la zona de la desaparición. Y también que no había señales de restos o malestar transmitido por los equipos poderosos de los Cíclopes. De acuerdo con Marshall Smith, quien escribió un artículo en el Cosmopolitan, septiembre de 1973, “iban las teorías de un mar embravecido a cosas como la explosión de una caldera que destruyó el equipo de radio y ha impedido cualquier llamada de auxilio. Pero la teoría más extraño es que un pulpo gigante del detenido la nave con sus tentáculos y la arrastró hasta el fondo del océano.
 
 
 
 
Caso del vuelo 19
 
El Vuelo 19 Era un día magnífico, con sol en abundancia, mares en calma y un cielo azul libre de casi por completo de nubes. Corrían los días de la posguerra y en E.U., el personal de la Marina y la Aviación aún continuaba con sus cotidianos entrenamientos. Por aquellos días, la base aérea de Fort Lauderdale, en la Florida, estaba particularmente preocupada en mantener a sus pilotos adiestrados.
En el momento de dar la último aviso para despegar, sólo faltaba un hombre que, sintiéndose enfermo, se quedaría en tierra. Los meteorólogos habían pronosticado buen tiempo en toda el área de su recorrido. A las 2:00 de la tarde despegaron sin novedad los cinco aviones y, tomando en seguida la formación de vuelo, se lanzaron rumbo al mar a buena velocidad. Durante casi dos horas, el vuelo 19 se estuvo reportando con regularidad a su base. A las 3:45, un mensaje desconcertante cruzó el espacio hasta la torre de control: \"Torre de control torre de control .
 
 
Esta es una emergencia. Nos hemos salido de curso . Parece que nos hemos salido de curso \" \"Parece que nos hemos perdido. No estamos seguros de nuestra posición ¡No podemos avistar tierra!\".
En la torre de control , el radio operador replicó sumamente extrañado: \"¿Qué posición tienen?\" Vuelo 19: \"No estamos seguros de nuestra posición \" \"Repetimos no podemos ver tierra No sabemos si estamos sobre el Atlántico a sobre el Golfo \".
Torre de control: \"Asuman el rumbo hacia el oeste pronto verán tierra.\".
Vuelo 19: \"No sabemos hacia donde esta el oeste. Todo esta mal. Es tan extraño El mar luce muy raro \". Y ahí se corto la comunicación. Había demasiada estática a pesar del buen tiempo, y por momentos se escuchaban los diálogos de los pilotos entre sí. Diez minutos más tarde se restableció el contacto. Los radioperadores podían escuchar en la base el ruido de los motores, pero no las voces de los pilotos. Para entonces, el pánico había hecho presa de las tripulaciones; ya no eran pilotos experimentados, sino hombres invadidos por un temor monstruoso. Poco antes de las 4:00 se escuchó lo siguiente: \"No estamos seguros de nuestra posición. No sabemos exactamente dónde estamos. Creo que a unos 360 km. al noroeste de la base \".
 

 

Y ahí se corto la comunicación. Había demasiada estática a pesar del buen tiempo, y por momentos se escuchaban los diálogos de los pilotos entre sí. Diez minutos más tarde se restableció el contacto. Los radioperadores podían escuchar en la base el ruido de los motores, pero no las voces de los pilotos. Para entonces, el pánico había hecho presa de las tripulaciones; ya no eran pilotos experimentados, sino hombres invadidos por un temor monstruoso.
La torre intentó una vez más comunicarse con ellos, pero por alguna extraña razón, parecían no captar las señales de la base. Durante largos segundos que parecieron siglos, el personal de la base, ya en estado de alerta, no escuchó ninguna palabra más del Vuelo 19.
Intentaron hacer contacto con otras naves próximas al área; pero todo fue en vano. Sólo quedaban conjeturas. ¿Qué había podido desorientarlos de ese modo? ¿Cómo explicar las interferencias de la radio en un día tan claro? Y sobre todo, ¿Qué peligro habían enfrentado, que los había hecho perder la calma de ese modo?